Por Dolar Paralelo Economia Venezuela
Crónica ha recorrido la región acaudillada por la familia real de Hugo Chávez. Su padre, Hugo de los Reyes Chávez, es el gobernador del Estado de Barinas desde hace 10 años. Su madre, Elena de Frías, es presidenta del Instituto del Niño. Su hermano mayor, Adán, es ministro de Educación. Otro hermano, Argenis, posee vastas extensiones en el feudo y es el secretario de Estado de Barinas (su único homólogo en el mundo es Condolezza Rice). Adelis es el capo de las finanzas del Estado. Narciso, el siguiente hermano, tuvo que ser deportado embajador por tráfico de influencias. Aníbal, el menor de los vástagos de la dinastía, es alcalde en la localidad natal del presidente, Sabaneta… El primo Asdrúbal es vicepresidente de Petróleos de Venezuela. El sobrino Cléver es el director de programas sociales del Estado. Nada se mueve en Barinas sin que la máquina registradora de los Chávez haga girar la rueda de su fortuna. Y de su poder.
Elena de Frías, la madre, es presidenta del Instituto del Niño. Es una mujer del campo, simpática, pero de temperamento agresivo y fuerte. «El padre no habla. Es un hombre noble, sencillo, que todavía mantiene sus costumbres. Pero la mamá es el demonio convertido en mujer. Es mal hablada, suelta groserías e insulta a cualquiera… Se siente orgullosa de que Hugo sea igualito a ella», explica Rafael Simón Jiménez, compañero de Hugo Chávez en el liceo O’Leary, y que formó parte del movimiento bolivariano durante los primeros años de revolución.
Elena es la ostentación en persona. Su aspecto ha cambiado mucho desde que fue fotografiada por primera vez en 1992, cuando visitó a Hugo Chávez en la cárcel por comandar un golpe de Estado contra Carlos Andrés Pérez. Llevaba un humilde vestido negro con flores estampadas por debajo de las rodillas, típico de las mujeres llaneras que trabajan el campo.
Ahora luce cinco anillos de oro, diamantes y piedras preciosas, peinado de steticiène y exclusivos vestidos. Va de compras a Nueva York y su complemento favorito son las gafas. Grandes. De Versace, de Calvin Klein, de Dolce&Gabana… Siempre a la moda. También se ha hecho una buena cantidad de cirugías y lifting faciales. En 2004, su cirujano plástico, Bruno Pacillo, acudió a la Asamblea Nacional para denunciar que estaba siendo hostigado por grupos opositores por operar a la madre del mandatario nacional. Eso da idea del personaje.
Elena es aficionada a las plantas. Y tiene loros, a los que les han enseñado a gritar: «¡Chávez! ¡Chávez!». Aunque su animal favorito es Coqui, una perrita de la elitista raza puzzle a la que a veces pasea, imitando a Paris Hilton, asomando su cabecita canina por la boca de su bolso. «Esa familia es un matriarcado. Ella es la que lleva los pantalones», resumen vecinos, amigos de la infancia y compañeros políticos de los Chávez.
Adán Chávez significa para Hugo lo mismo que Raúl para Fidel Castro. Será el sucesor cuando el dedo del líder bolivariano designe «un nuevo pintor de ese cuadro inacabado» que es la revolución socialista. Fue el mentor ideológico de su hermano. «A Hugo no le gustaba la política. El, desde los 12 años, tenía dos pasiones: el béisbol y ser militar. Adán era el interesado en política y cargaba siempre libros de Marx, Lenin, y el Che Guevara».
Actualmente, Adán es ministro de Educación. Fue embajador de Venezuela en La Habana, donde conoció a Fidel. También fue presidente del Instituto de Tierras, y ministro de la Presidencia hasta finales de 2006. Es una de las personas más cercanas al presidente y uno de sus principales confidentes.
Adelis Chávez es el único de los seis hermanos que nunca se ha involucrado directamente en política. Prefirió ser banquero. Se licenció en Administración de Empresas y actualmente es vicepresidente de la entidad Sofitasa. El maneja la parte financiera de Barinas.
A Adelis no le gusta figurar. Cuando se metió en el Gobierno fue como vicepresidente ejecutivo de la Copa América 2007 que, según algunas denuncias, fue «una de las cosas más onerosas» de la Historia de Venezuela. En Barinas sólo se jugó un partido: EEUU contra Paraguay. Y encima de día, porque la obra de iluminación no estaba aún hecha. La remodelación del estadio costó 140 millones de dólares, con un sobreprecio de 35 millones. Ese fue el debut de Adelis. Hugo de los Reyes, presidente honorario del Comité de Trabajo Local de la Copa América, y el secretario de Estado de Barinas, Argenis, también aparecen involucrados en estas supuestas irregularidades. La denuncia, obviamente, nunca prosperó.
Narciso Chávez, apodado Nacho, es el hermano incómodo de la familia. En 1999, la prensa regional reseñó las primeras imputaciones en su contra por presunto tráfico de influencias. Profesor de inglés -vivió en Ohio cinco años- reconoció entonces la asignación de contratos a particulares: «Para evitar que se nos cuelen los adecos -Acción Democrática, partido opositor-, nosotros postulamos a los candidatos».
Aníbal es el último de los hermanos. Licenciado en Historia, es el alcalde de Sabaneta de Barinas. Por amor a su pueblo natal, Hugo Chávez le pidió convertir Sabaneta en un parque temático del socialismo del siglo XXI. Todos sus proyectos han sido un fracaso. El más famoso es el Centro Azucarero Ezequiel Zamora. Seis años después de la asignación de los primeros recursos, que se estiman ya en cinco millones de dólares, sólo se ha completado el 35% de la planta. «Animaron a muchos agricultores a plantar cerca de la fábrica, y como las obras nunca se terminaron, todos han perdido sus cosechas y el dinero», resume Gehard Cartay, gobernador de Barinas entre 1993 y 1996 por el Partido Democristiano
Con el pasar de los años, el nepotismo de la familia Chávez alcanzó a nuevas generaciones de primos y sobrinos. Asdrúbal Chávez, primo de Hugo, es el vicepresidente de Petróleos de Venezuela, el gigante estatal que maneja los ingresos del quinto mayor exportador de crudo del mundo. Su sobrino Cléber, el hijo de Narciso y uno de los nietos favoritos de doña Elena, es el encargado de los programas sociales de Barinas. Un hijo de Adán, Enzo, se quedó en Cuba para dirigir la refinería de Cienfuegos, donde se invirtieron 5.000 millones de dólares para procesar parte de los 100.000 barriles diarios de petróleo que Caracas envía a La Habana.
PADRE: Hugo de los Reyes Chávez, de 77 años, maestro jubilado; gobernador de Barinas desde 1998.
MADRE: Elena Frías, 75 años, maestra jubilada; encabeza una organización caritativa para menores en Barinas.
HERMANOS:
_Adan Chávez, de 57, candidato del partido de gobierno para suceder a su padre como gobernador de Barinas.
_Hugo, de 56, presidente de Venezuela.
_Narciso, de 55, coordinador regional de programas conjuntos cubano-venezolanos, incluido uno sobre servicios de salud.
_Aníbal, de 53, alcalde de Sabaneta, Barinas donde vive el presidente; busca la reelección.
_Argenis, de 52, secretario de estado de Barinas bajo la gobernación de su padre.
_Adelis, de 45, economista, vicepresidente del Banco Sofitasa. Colabora en la organización de eventos deportivos.
La capital de Barinas es una ciudad de contrastes. Salvo por dos McDonalds y un flamante centro comercial, sus calles se detuvieron en algún momento del siglo pasado, cuando los llaneros recorrían el campo a caballo y la carne se asaba en varas de madera. El número de evangélicos supera al de católicos en esta tierra salpicada de mitos y leyendas, que se proclama «primera zona liberada» por la revolución bolivariana. Allí la familia de Hugo Chávez maneja este Estado ganadero del tamaño de Suiza como si fuera su hacienda. Se les conoce como la «familia real» de Barinas. La genealogía del presidente coge savia de sangre azul en este Estado noroccidental de Venezuela. La genealogía del presidente no tiene allí nadie que les diga: «¿Por qué no te callas?».
Paradójicamente, este Estado, dedicado a la cría de reses -principalmente búfala- y al cultivo de tabaco, yuca y café, fue uno de los epicentros de la revolución agraria impulsada por Chávez tras su llegada al poder el 2 de febrero de 1999. De las 2,3 millones de hectáreas expropiadas en Venezuela desde la promulgación en 2002 de la Ley de Tierras, 400.000 lo fueron en Barinas. Entonces, el 5% de la población poseía el 80% de las grandes extensiones productivas del país. Un desajuste social que el Gobierno venezolano intentaba subsanar, primero como modelo experimental en Barinas, la «primera zona liberada» por la revolución bolivariana.
La corrupción causa malestar hasta dentro del mismo chavismo. En 2004, meses antes de las últimas elecciones regionales, aparecieron pintadas contra la gestión del maestro Chávez. «¡Viejo, ya basta, retírate! Firmado: Movimiento V República», la formación con la que el caudillo venezolano ganó la presidencia en 1998. Estos inconformes fueron a Caracas para solicitar una consulta interna que decidiera el candidato a la gobernación de Barinas. El asunto fue despachado rápidamente por el Jefe de Estado. Su padre era el candidato y punto.
Algunos chavistas encabezados por el ex ministro del Interior, Pedro Carreño; el alcalde de Barinas, Julio César Reyes; y el diputado del Partido Socialista Unido de Venezuela, Willmer Azuaje, quieren echar a los Chávez del poder regional.
Azuaje, quien durante 10 años fue la mano derecha de Adán, ha consignado ante la comisión de control de la Asamblea Nacional denuncias por la adquisición de estos terrenos: según él, los Chávez han adquirido en total 40.000 hectáreas.
Pero por los momentos no se ha hecho nada.
Lo mejor de ser vecino de los Chávez, explican los habitantes de la zona, es que las carreteras que llegan a las haciendas se asfaltan en un tiempo récord. Lo mismo ocurre con el servicio de electricidad o con la canalización de aguas negras.